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martes, 28 de abril de 2015

IDEAS PARA HACER MANUALIDADES CON MATERIAL RECICLADO 


CONTENEDORES PARA RECICLAR 
  • Contenedor residuos orgánicos: En él se tiran los restos orgánicos, es decir todo aquello que no se puede reciclar: comida, ceniza, pañales, compresas, papel sucio, bastoncillos, preservativos, cuchillas de afeitar… Algunos de estos desechos pueden destinarse a la fabricación de “compost”, que sirve para abonar la tierra y también para recuperar el suelo en erosión.
  • Contenedor de plástico: A él van los envases ligeros de plástico, metal y tetra briks (garrafas de agua, tarrinas de yogurt, botellas de productos de limpieza, bandejas de corcho blanco, tubos de pasta de dientes, agrupadores de plástico que unen las latas, bolsas de plástico, latas de conserva y de bebidas, sprays de cosmética personal, ambientadores, bandejas de aluminio, bolsas de aluminio, papel de aluminio y film transparente que no estén muy sucios, insecticidas, aerosoles…). Los plásticos tienen muchas utilidades y son fáciles de reciclar. Además, como provienen del petróleo, con su reciclaje evitamos seguir extrayendo esta materia prima: si reciclamos dos toneladas de plástico, ahorraremos aproximadamente una de petróleo bruto. Los metales también son muy valiosos y con su reciclaje se consume menos energía que fabricando metal nuevo a partir de minerales. Los tetra briks tienen diferentes materiales, todos ellos reciclables.
  • Contenedor de vidrio: siempre sin tapas de metal o de corcho y siempre que sea vidrio utilizado para envasar alimentos, no así cristales de ventanas, vidrios planos o vasos rotos, que por su alto contenido en plomo deben ir a un punto limpio, para ser tratados en otra cadena de reciclaje. El vidrio es uno de los materiales más fáciles de reciclar y al fundirlo y darle nueva forma se ahorra un 93% de materiales y un 23% de energía.
  • Contenedor de papel y cartón: que no estén sucios. A los sobres hay que quitarles las ventanillas de plástico (que se tirarían al contenedor amarillo) y a los cuadernos, las espirales (que irían al de orgánicos). Es recomendable plegar las cajas al máximo para evitar que ocupen espacio extra. El reciclado de papel y cartón ayuda a reducir la tala de árboles y el gran impacto ambiental de su fabricación: su reciclaje reduce en un 74% la contaminación del aire y en un 35% la del agua.


Cerca de nuestro hogar disponemos de los siguientes contenedores:

No se debe depositar en estos contenedores: Envases metálicos de pinturas o productos químicos, Guantes usados, cepillos de dientes, biberones, Cubos de plásticos, juguetes y goma, Envases de vidrio, Neumáticos,  Electrodomésticos, componentes electrónicos, Utensilios de cocina, Bolígrafos, rotuladores, Cintas de video, carretes de fotos, Cajas de madera, Cartuchos de impresoras, tinta, pilas, Materia orgánica, papel y cartón.

No se debe depositar en estos contenedores: Frascos que contuvieran algún medicamento, Lámparas o restos de lámparas, tubos fluorescentes, Vasos, platos, vajillas, vitrocerámica o sus restos, Espejos, Cristales de ventanas y vidrios de coches, Tapas, tapones y elementos metálicos o plásticos, Corchos.

No se debe depositar en estos contenedores: Papel térmico para fax, Etiquetas adhesivas, Papel autocopiativo, papel carbón, Papel encerado o parafinado, Papel higiénico y sanitario, Papel de aluminio, Fotos, radiografías.



Sabemos que es conveniente tirar el papel y el vidrio en contenedores especiales porque se pueden reciclar y convertirse en más papel y más vidrio, evitando así la tala de árboles y el gasto extra de energía. También nos damos cuenta día a día de que es importante depositar pilas y otros objetos contaminantes en lugares destinados para ello con el fin de evitar que nuestro medio ambiente se deteriore cada vez más.
Sin embargo, todavía queda mucho por aprender. La mayoría de los ciudadanos se preguntan aún dónde tirar algunos de sus desechos y se plantean cuál es el objetivo de tener tantas bolsas de basura en casa. Lo primero que hay que comprender es que para poder reciclar es necesario separar, cuanto más mejor, con el fin de que nada sea desaprovechable y se pueda reutilizar cada material para algo en concreto. También es importante saber que, separando los desechos, colaboramos para que los residuos más dañinos con el entorno puedan ser eliminados de una manera controlada.
Pero también hay que recordar que primero hay que intentar reusar o reutilizar los desechos que se puedan.

viernes, 20 de marzo de 2015

CONTAMINANTES DEL MAR


Debido a la inmensidad y profundidad de los océanos, hasta hace poco el hombre creía que podría utilizarlos para verter basura y sustancias químicas en cantidades ilimitadas sin que esto tuviera consecuencias importantes. Los partidarios de continuar con los vertidos en los océanos incluso tenían un eslogan: «La solución a la contaminación es la dilución.»

En la actualidad, basta con fijarse en la zona muerta del tamaño del estado de Nueva Jersey que se forma cada verano en el delta del río Mississippi, o en la extensión de 1.600 kilómetros de plástico en descomposición en el Pacífico Norte para darse cuenta de que esta política de la «dilución» ha contribuido a llevar al borde del colapso lo que tiempo atrás fue un ecosistema oceánico próspero.





Diversas formas de contaminación

Existen pruebas de que los océanos han sufrido a manos del hombre durante miles de años, desde la época romana. Sin embargo, los estudios llevados a cabo recientemente demuestran que la degradación, especialmente en las zonas costeras, se ha acelerado notablemente en los últimos tres siglos a medida que han aumentado los vertidos industriales y la escorrentía procedente de explotaciones agrarias y ciudades costeras.

La contaminación es la introducción de contaminantes nocivos que no son habituales en un ecosistema determinado. Algunos de los contaminantes más comunes derivados de la actividad humana son los plaguicidas, herbicidas, fertilizantes químicos, detergentes, hidrocarburos, aguas residuales, plásticos y otros sólidos. Muchos de estos contaminantes se acumulan en las profundidades del océano, donde son ingeridos por pequeños organismos marinos a través de los cuales se introducen en la cadena alimentaria global. Los científicos incluso han descubierto que los medicamentos que ingiere el hombre y que no llegan a ser procesados completamente por su organismo acaban en el pescado que comemos.

Muchos de los contaminantes que encontramos en los océanos son liberados en el medio ambiente mucho antes de llegar a las costas. Los fertilizantes ricos en nitrógeno que utilizan los productores agrícolas en zonas de interior, por ejemplo, acaban en las corrientes, ríos y aguas subterráneas locales, y más tarde se depositan en los estuarios, bahías y deltas. Este exceso de nutrientes puede provocar un crecimiento masivo de algas que consumen el oxígeno del agua, generando zonas en las que no puede haber vida marina o apenas existe. Los científicos han descubierto 400 zonas muertas con estas características por todo el planeta.

Los residuos sólidos como bolsas, espuma y otros desechos vertidos en los océanos desde tierra o desde barcos en el mar acaban siendo con frecuencia alimento de mamíferos marinos, peces y aves que los confunden con comida, con consecuencias a menudo desastrosas. Las redes de pesca abandonadas permanecen a la deriva durante años, y muchos peces y mamíferos acaban enredados en ellas. En algunas regiones, las corrientes oceánicas arrastran billones de objetos de plástico en descomposición y otros residuos hasta formar remolinos gigantescos de basura. Uno de ellos, situado en el Pacífico septentrional y conocido como el Gran Parche de Basura del Pacífico, tiene una extensión que según las estimaciones llevadas a cabo duplica la del estado de Texas. A principios de 2010, se descubrió otra gigantesca isla de basura en el océano Atlántico.


Contaminación acústica
La contaminación no siempre es física. En masas de agua de gran extensión, las ondas sonoras pueden propagarse a lo largo de kilómetros sin perder intensidad. La presencia cada vez mayor de sonidos de gran potencia o constantes procedentes de barcos, sónares, instalaciones petrolíferas e incluso de fuentes naturales como terremotos puede alterar los patrones de migración, comunicación, caza y reproducción de muchos animales marinos, en especial los de mamíferos acuáticos como la ballena y el delfín.


El fin de la era de la «dilución»

El hombre comienza a percatarse de la insostenibilidad de la filosofía de la «dilución». Muchas leyes nacionales y protocolos internacionales prohíben en la actualidad el vertido de sustancias nocivas en los océanos, si bien su aplicación es a menudo incierta. Se están creando santuarios marinos con el fin de mantener ecosistemas marinos prístinos. Asimismo, se están llevando a cabo iniciativas aisladas que han logrado cierto éxito en la restauración de estuarios y bahías.


lunes, 16 de marzo de 2015

¿CÓMO RECICLAR?

Prepárate para reciclar

Transforma tu hogar para que el reciclaje sea fácil. Mantén los contenedores para el reciclaje de residuos o cubos en lugares estratégicos en casa junto con los cubos de basura ordinaria. Es más fácil tirar los materiales reciclables en un cubo aparte que hurgar en la basura después para separarlo todo. Utiliza los mismos tipos de contenedores para la basura reciclable como lo harías para cualquier otro tipo de basura en toda la casa. 

Tener un solo contenedor de basura reciclable en la cocina o en el garaje hará que sea poco probable fomentar la participación en el reciclaje de tu hogar, ya que pocas personas quieren caminar hasta el otro extremo de la casa para deshacerse de cada pedazo de papel. 

Los lavabos pueden generar una buena cantidad de residuos reciclables, botellas de champú, cajas vacías de pañuelos faciales y tubos vacíos de papel higiénico. 

Cualquier despacho en casa o habitación de estudio donde los estudiantes estudien es un lugar donde un contenedor para material reciclable sería útil. Alternativamente, un cubo de reciclaje para el baño de un tamaño suficiente y adecuado podría ser utilizado para dar cabida a los residuos reciclables generados en habitaciones cercanas. 

Encuentra un lugar en la cocina o cerca de ella, ya sea para un cubo de residuos orgánicos (restos de comida) o para un contenedor de desecho. Puedes simplemente utilizar un cubo para pañales o cualquier otro recipiente con tapa. 
El último paso es llevar los materiales reciclables a un contenedor de reciclaje o centro específico de reciclaje. O si tienes la suerte de tener contenedores de reciclaje cerca de tu casa, sólo tiene que echar los materiales en los contenedores adecuados y/o dejarlos en la acera para que sean recogidos por los barrenderos.